Los datos están en todas partes, y estamos generando cada vez más y más de ellos. La explosión en el crecimiento de los datos ha iniciado una nueva revolución industrial, en la que las empresas toman la información y la utilizan para crear servicios que nos ayudan a comprender y navegar por el mundo que nos rodea. Desde aplicaciones de GPS que nos dicen el lugar más cercano donde podemos comprar una pizza, hasta programas genómicos que secuencian el ADN para crear nuevos medicamentos y curar enfermedades.
Pero no son solo los gigantes tecnológicos y farmacéuticos internacionales los que han sacado provecho de la fuente de combustible de la era de la información. Empresas de todas las formas y tamaños han descubierto cómo sacar provecho de él, extrayendo la información que contiene y vendiéndonosla. Al hacer esto, algunas de estas empresas, como Netflix, Uber y AirBnB, se han convertido en gigantes de la industria y en nombres familiares. La verdad es que los datos y las herramientas están disponibles para que cualquiera los use y nunca han sido tan accesibles, y creo que casi cualquier empresa puede beneficiarse al ponerlos a trabajar.
¿Qué son los servicios inteligentes?
En el siglo XX, empresas como Ford (automóviles), IBM (computadoras) y Microsoft (software) conquistaron el mundo al crear productos que lo cambiaron. Este siglo, Meta, Google y Amazon (así como muchos otros) hacen lo mismo al vender servicios en lugar de algo físico. Bueno, Amazon (y los demás, de hecho) también vende productos, pero la mayoría de sus ingresos provienen de la venta de servicios que permiten a otros vender a través de ellos a cambio de una parte de las ganancias.
Sin embargo, ¿Qué es lo que los convierte en servicios “inteligentes”? Bueno, la clave es que, además de vendernos datos, usaron tecnologías avanzadas como inteligencia artificial (IA) y análisis de big data para extraer información de los datos y proporcionarla en una forma que hace que nuestras vidas sean más ricas, simples o más baja fricción. Google es una excelente manera de encontrar información, pero no solo busca en todo Internet y devuelve lo que más se ajusta al texto o el discurso que hemos buscado. Utiliza IA para obtener una comprensión más profunda de lo que estamos buscando y para clasificar los posibles resultados en el orden en que es más probable que los encontremos útiles. Asimismo, Facebook no nos deja buscar y agregar a nuestros amigos. Utiliza algoritmos para sugerir las personas con las que es más probable que queramos conectarnos.
Netflix y Spotify son otros dos muy buenos ejemplos. Ambos nos brindan una biblioteca de contenido accesible al instante, pero más allá de eso, usan los datos que aprenden sobre nosotros y sus millones de otros usuarios, para seleccionar las películas que es más probable que queramos ver y la música que nos gusta. escuchar.
Eso es lo básico de lo que yo llamo “servicios inteligentes”: no solo enormes pilas de datos en los que podemos buscar para encontrar lo que queremos, sino herramientas y aplicaciones que nos ayudan a aprovecharlos al máximo.
Los servicios inteligentes más inteligentes a menudo encuentran formas de continuar para crear flujos de ingresos completamente nuevos con los datos que están generando. Por ejemplo, los servicios de publicidad de Google y Facebook toman lo que aprenden sobre nosotros mientras buscamos y navegamos por Internet, lo venden (indirectamente) a los anunciantes al permitirles colocar anuncios en la pantalla de inicio de las personas que se ajustan a su perfil de cliente.
Cualquier empresa puede crear servicios inteligentes
Como puede ver, los servicios inteligentes ya están revolucionando muchos mercados y campos de la industria. De hecho, es difícil pensar en un área de servicios comerciales o de consumo que no haya sido interrumpida por la llegada de la IA y los grandes datos a la escena.
Parte de la razón por la que se han vuelto tan omnipresentes son las herramientas y plataformas que han surgido para proporcionar la infraestructura necesaria, desde la recopilación de datos hasta el almacenamiento, el procesamiento y la puesta en funcionamiento, “como servicio”. Mientras que cuando Netflix comenzó su negocio de transmisión Hace una década, comenzó construyendo grandes cantidades de servidores de almacenamiento en red para albergar todo su contenido, junto con los datos que genera, hoy todo se encuentra en la nube en los servidores AWS de Amazon. Esto significa que las empresas que implementan la infraestructura solo pagan por lo que están usando y reduce las barreras de entrada lo suficiente como para que casi cualquier persona con una idea innovadora pueda ponerla en práctica y ver qué sucede con su industria.
Todo esto significa que hoy en día, su capacidad de innovar es el diferenciador clave entre su negocio y la competencia cuando se trata de capitalizar datos y nuevas tecnologías. En muchos casos, los presupuestos y el acceso a las habilidades tecnológicas y la infraestructura ya no son los desafíos. Esto significa que hay más igualdad de condiciones y más posibilidades de que las buenas ideas lleguen al mundo, lo cual es una buena noticia para las empresas y los consumidores. A menudo escuchamos que “todas las empresas son empresas de tecnología ahora”, y eso se debe a que casi todos tienen la oportunidad de aprovechar los datos y la tecnología para mejorar la forma en que hacen negocios.
Cabe resaltar que RSK Consulting es una empresa que presta servicios especializados en datos y análisis de datos, orientados a acompañar a las empresas en su proceso de desarrollo de inteligencia analítica como elemento clave para mejorar su competitividad. Tiene más de 9 años en el mercado y más de 500 proyectos y servicios a nivel nacional e internacional. Asimismo, cuenta con expertos en distintas tecnologías que dan soporte a nuestras soluciones: SAS, SAP, Amazon (AWS), Google (GCP), Microsoft, entre otros.
Fuente: Bernard Marr. Líder mundial en el campo de los negocios y la tecnología.
